jueves, 25 de febrero de 2010

El turista perdido en Los Andes de Salta debe pagar los gastos de su búsqueda

La prensa de Salta ha presentado como una curiosidad el hecho de que las fuerzas de seguridad (bomberos, policías, aviación civil, rescatistas, etc.) que participaron en la búsqueda del turista santafesino Héctor Oviedo, reportado como perdido en el Departamento salteño de Los Andes, y hallado luego sano y salvo, exijan ahora al desprevenido paseante la devolución de los gastos en que debieron incurrir aquellas fuerzas para intentar rescatarlo.

Desde hace tiempo que en España las autonomías han tomado la decisión de cobrar los gastos que comportan las operaciones de rescate de personas que han necesitado del auxilio público a causa de una imprudencia suya, de modo que no tiene que sorprender que, en el caso del turista santafesino -que, como se recordará, se 'extravió' en los Andes 'porque quería encontrarse a sí mismo'- la Provincia de Salta haya resuelto cobrarle por la movilización de sus fuerzas de rescate.

Sólo en España, la hora de vuelo de un helicóptero de rescate está tasada en unos 2.000 euros (casi 11.000 pesos argentinos). De no pagarlos el turista imprudente, ese alto coste deberá ser afrontado por todos los salteños y esto se antoja irrazonable.

Turistas varados en Iruya

Otra caso, bien diferente, es el de los turistas varados en Iruya, a los que el gobierno está obligado a atender con los medios de que dispone.

Si bien este tema ha causado no poca polémica, sería conveniente que el Ministerio de Turismo exigiera a los operadores locales y a los propios turistas en los puestos camineros, estar en posesión de un seguro de viaje que pueda hacer frente a los gastos que se producen por contingencias imprevistas.

Viajar a Iruya en verano puede ser bonito e inolvidable, pero supone también un desplazamiento que entraña ciertos riesgos, como el de las lluvias y el corte de las carreteras. Algunos turistas, sobre todo argentinos, piensan que todo es apacible como en la pampa, así como consideran al Tren a las Nubes como si fuese una atracción para niños, olvidando que se trata de una maquinaria que trepa hasta los 4.500 metros de altitud.

Así como es obligación del Estado atraer a los turistas, no todo puede hacerse sin reglas ni condiciones. Es necesario también que los turistas que lleguen a Salta tomen conciencia de la necesidad de contar con seguros de viaje adecuados, incluidos los de asistencia médica, que son, en la mayoría de los casos, obligatorios en Europa, cuyo coste no es afrontado por los gobiernos de los países de acogida sino por los propios turistas.

Fuente: www.iruya.com (diario)

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