domingo, 27 de febrero de 2011

Adiós Iruya

Me despido, sin caminata duplicada a San Isidro, pero con la tranquilidad y felicidad de haberla hecho. Con el recuerdo de la tranquilidad de estos cerros y este lado de Argentina que parece tan lejano a un porteño viajero. Con el ruido del viento en las orejas, con el color de los cerros en la retina, con el sabor de las empanaditas salteñas. Con esas callecitas de piedra irregular, la luz vaporosa de los faroles en las noches frías y esa caminata solitaria de anoche y el esfuerzo por ver el valle en plena oscuridad.

Salgo para Humahuaca, curiosamente, mi primer destino jujeño después de casi dos meses en Salta. La Quebrada y después el regreso a Salta capital y después, como me gusta decir, quién sabe. Todavía hay tiempo y dinero para seguir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

ME ENCANTÓ EL PASEO , Y LO DESCRIBIS DE UNA MANERA GENIAL..ESTOY PASEANDO CON VOS!!!!

Anónimo dijo...

Hermoso blog. Tuve la suerte de conocer Jujuy, la puna, yunga y salinas y también La Quiaca y Yavi. En otras vacaciones Tucumán, con el hermoso camino de Tafí del Valle. Y si Dios así lo quiere, salimos en Abril próximo para Salta. Pensamos ir a Iruya, por eso me encantó tu relato. Se ve que es un lugar de ensueño. Te felicito por tus descripciones, son atrapantes. Un beso y luego te contaré como nos fue.
Soy Beatriz.

Adri dijo...

Desde ^la Suiza fuí 3 veces en Argentina. La primera vez Salta, Jujuy y el camino hasta Humahuaca (Pumamarca, Tilcara), Cafayate. La secunda Bariloche, El Calafate, penisula Valdez. La tercera Ushuaia, Mendoza, Mar del Plata. El proximo viaje será mi sueño Iruya, La Quiaca, San Antonio de los Cobres, salinas grande ecc.ecc.
Argentina.....mi amor
Adri