viernes, 9 de julio de 2010

La Vuelta a los Valles y un pueblo de ensueño

Con un recorrido de 520 kilómetros y una duración de dos días aproximadamente, el circuito turístico Vuelta a los Valles ofrece múltiples atractivos tanto por sus bellos paisajes como por las vivencias que origina.
Puede iniciarse el recorrido desde la ciudad de Salta hacia el sur por Ruta Nacional N° 68, pasando por los diversos pueblos del Valle de Lerma para llegar al dique Cabra Corral. Más adelante la quebrada de las Conchas descubre una serie de formaciones geológicas de caprichosas formas color terracota. Este camino conduce a Cafayate, principal poblado de los Valles.
Por Ruta N° 40 se continúa el recorrido, pasando por los pueblos de Animaná, San Carlos, Angastaco, Molinos y Seclantás para llegar a Cachi. El circuito se completa al tomar la Ruta N° 33 que atraviesa la Cuesta del Obispo y la quebrada del Escipe, paisajes de imponente belleza.

Iruya
Otro destino de gran atractivo es el pequeño poblado de Iruya, ubicado a 316 km de Salta. Se accede a él a través de un camino que nace después de Humahuaca, en Jujuy.
Entre montañas y como si estuviera dormido en el tiempo, Iruya aparece como un pueblo de ensueño. Su iglesia, sus casas y empinadas callecitas de piedra hablan de las formas típicas de la vida de su gente, resguardándolo del fragor de las grandes ciudades, pero con todo el confort en su hostería.
Como salido de una postal, Iruya invita al descanso y a la meditación, pero también al asombro a través de cabalgatas, caminatas o la práctica de trecking.
Su nombre significa «Paja brava» o «Lugar de los pastos altos» en quechua. La más importante de todas las festividades tiene lugar el primer fin de semana de octubre, con los cultos de la Virgen del Rosario, donde lo pagano y lo religioso se confunden en un sincretismo único.
Cientos de lugareños movidos por su fe participan de los actos religiosos cantando, rezando y ejecutando instrumentos autóctonos (quenas, cajas y sikus).
Acompañan la música con el baile típico de los «cachis», un grupo de disfrazados con máscaras cuya danza simboliza la eterna lucha del bien y el mal.
Al pie de Iruya, en el lecho de su río, se origina el comercio de trueque establecido entre sus pobladores, los habitantes de la Alta Puna y localidades aledañas.
Junio, julio, agosto, setiembre y octubre son los meses ideales para visitar Iruya, por las condiciones climáticas de la zona.
Para llegar desde la ciudad de Salta se sale por la Ruta 34 y se continúa por la Ruta 50. Hay que transitar desde Humahuaca (Jujuy) unos 20 kilómetros, girar a la derecha donde comienza un camino de tierra que conduce a Iturbe (Jujuy) y luego vuelve a transitar por suelo salteño hasta llegar al pueblo.

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